12
abril 2019
«La Flecha Roja» o bien «la carrera más bella del mundo» son definiciones que evocan imágenes de otra época. Una época en la que los viajes eran aventuras y el automóvil solo era para unos pocos, venerado por quienes tenían la fortuna de poseerlo y envidiado hasta el punto de hacer que aquellos que no podían permitírselo se volvieran locos. El sonido de la bocina, el rugido del motor, los caminos de tierra y mucho menos traficados son recuerdos de un mundo que hoy vemos solo en imágenes en blanco y negro. En Italia, sin embargo, hay un fin de semana en el que todos los años, mágicamente, intentamos revivir esa atmósfera: el 1000 Miglia.
Una carrera que ha visto a todos los grandes nombres del automovilismo desde las primeras ediciones. Única de verdad: una carrera de velocidad sobre la distancia, en carreteras abiertas al tráfico, a lo largo de un recorrido de 1000 millas, es decir 1,600 kilómetros. La carrera original se llevó a cabo desde 1927 hasta 1957. Luego fue interrumpida por dramáticos accidentes y se restauró en 1977, desde que revivió en forma de una carrera de regularidad para coches antiguos.
Ahora, en su 37a conmemoración, saldrá de Brescia el miércoles 15 de mayo, cruzando Italia hacia Roma, y luego regresará a Brescia el sábado 18 de mayo, después de haberse quedado en Cervia – Milano Marittima, Roma y Bolonia. El 1000 Miglia 2019 contará con 430 coches excepcionales, evidencia de la historia del automóvil. También es gracias a esta emocionante carrera que las grandes marcas italianas se han hecho conocidas en todo el mundo: piense en el Gran Turismo de Alfa Romeo, Lancia y, por supuesto, Ferrari.
El primer día, los coches antiguos aparecerán en las maravillosas carreteras italianas, cruzando lugares excepcionales como el Lago Garda en Desenzano y Sirmione, luego Valeggio sul Mincio (pasando por el maravilloso Parco Giardino Sigurtà), Mantova, Ferrara, Comacchio y Ravenna, para llegar a Cervia y Milano Marittima por la tarde. El jueves 16 de mayo, la caravana llegará a Cesenatico y continuará a Senigallia, Fabriano, Assisi, Perugia, Terni y Rieti hasta llegar a Roma al atardecer, una escenografía inolvidable de gran impacto emocional.
El viernes 17 de mayo comenzará el regreso hacia el norte. Rodeados por los impresionantes paisajes del lago de Vico y Viterbo. Al entrar en la Toscana, el pasaje de la Val d’Orcia es sin duda uno de los más queridos por los pasionistas de la carrera, con pueblos únicos en el mundo como Radicofani y Castiglione d’Orcia, y luego la maravillosa Siena, en la que este año se espera una pausa en Piazza del Campo para el almuerzo. Vinci, Montecatini, Pistoia, cruzando el histórico Passo della Futa y Passo della Raticosa, para llegar a Bolonia, en Emilia, una tierra que siempre se ha dedicado a los motores. La sección final del sábado 18 de mayo pasará por Módena, Reggio Emilia, Langhirano, Parma, Busseto, Montichiari y Travagliato, para concluir, con su entrada triunfal en Brescia, para el paseo tradicional en Viale Venezia.
El 1000 Miglia tiene un encanto único en el mundo, tal vez sea realmente la carrera más bella, como la llamó el gran Enzo Ferrari, no solo por el fin de la exaltación de la carrera en sí misma, sino por las innumerables facetas de belleza que ofrece: en los motores, nn las ciudades del arte, en la naturaleza y por qué no, en la comida y el vino. En definitiva, el top de la excelencia italiana.
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